Más de la mitad de los usuarios reconoce haber sufrido algún problema de inseguridad por el mal estado de la vía
El 94% de estas situaciones no tuvo consecuencias graves
Según el último informe sobre “Necesidades de Inversión en Conservación” desarrollado por la Asociación Española de la Carretera (AEC)1, uno de cada trece kilómetros de la red viaria de nuestro país presenta deterioros relevantes en más del 50% de la superficie del pavimento, acumulando baches, roderas y grietas longitudinales y transversales.
Se trata de desperfectos que pueden afectar a la estructura de la plataforma, comprometiendo la seguridad, comodidad y eficiencia de la circulación. Así lo atestigua el “Estudio de Percepción del Estado de Conservación de las Carreteras Españolas”, cuyos resultados se dan a conocer hoy y que ha sido elaborado por la AEC y la Fundación CEA entre octubre de 2018 y abril de 2019.
Esta investigación -basada en una encuesta de satisfacción en la que han participado 1.105 personas- revela que seis de cada diez usuarios reconoce haber sufrido algún percance asociado al mal estado de conservación de la carretera por la que transitaban en ese momento, problemas que, en el 94% de los casos, no tuvieron consecuencias graves.
Llama la atención, en este sentido, que nueve de cada diez encuestados considere muy significativa la influencia del estado de la vía en el aumento de la fatiga del conductor, un factor al que algunas investigaciones, como la realizada en 2015 por la Fundación CEA, atribuyen más del 40% de los accidentes2.
De los resultados del estudio de opinión AEC/Fundación CEA se desprende, asimismo, que para el 75% de los usuarios un pavimento con baches, roderas y grietas incrementa de forma considerable el consumo de combustible; el 76% opina también que esta situación influye mucho o bastante en el aumento de los costes de reparación y mantenimiento del vehículo.
Valoración global
Hace poco más de un año, en marzo de 2018, la Asociación Española de la Carretera y la Fundación CEA suscribían un acuerdo de colaboración para, entre otros objetivos, estudiar el estado de las carreteras y cómo éste puede afectar a la seguridad de los desplazamientos.
Fruto de dicho compromiso de trabajo en común ha sido este “Estudio de Percepción del Estado de Conservación de las Carreteras Españolas”, según el cual para la mitad de los encuestados nuestras redes viarias se encuentran deterioradas. Es más, solo uno de cada diez otorga una calificación positiva a su estado de conservación.
La percepción de los usuarios se corresponde en buena medida con el déficit de mantenimiento que acumulan las carreteras a cargo del Estado y las gestionadas por las Comunidades Autónomas, cifrado –según datos de la AEC- en 7.054 millones de euros:
- 2.211 millones para las carreteras estatales y
- 4.843 millones para las autonómicas
El pavimento, peor en las convencionales
Uno de los aspectos que más preocupan a los usuarios es el estado del pavimento, que afecta a la comodidad de la circulación y que, en el caso de motociclistas o ciclistas, puede llegar a derivar en la pérdida de control del vehículo.
El 75% de los encuestados opina que el estado del firme de las carreteras convencionales (calzada única y un carril por sentido de circulación) ha empeorado en los últimos años, una percepción que se reduce al 67% para las autovías y autopistas.
Una vez más, se aprecia una clara sintonía entre lo que el usuario percibe y lo que arrojan los informes técnicos. En el siguiente gráfico –del estudio sobre “Necesidades de Inversión en Conservación de la AEC- se puede apreciar cómo ha evolucionado el estado de conservación de los firmes entre los años 2001 y 2017 en las dos principales redes de carreteras del país, la estatal y la autonómica, y cómo la tendencia al empeoramiento parece consolidarse en los próximos ejercicios.
El balizamiento y la señalización orientativa, “cenicientas” del equipamiento viario para los usuarios
Frente a la importancia que otorgan a las marcas viales (el 76% las sitúa en los dos primeros niveles de utilidad) y a las señales verticales (el 68% las considera útiles o muy útiles), el balizamiento y la señalización orientativa son valorados como elementos útiles para la seguridad de la conducción por apenas el 33% y el 29% de los participantes en este estudio de opinión, respectivamente.
Respecto al estado de conservación del equipamiento, el estudio arroja valoraciones más positivas que en el caso del pavimento, aunque la apreciación general sigue situándose por debajo del óptimo.
En el caso de las marcas viales o señalización horizontal de las carreteras convencionales, el 68% de los participantes en el sondeo AEC/Fundación CEA consideran que están mal conservadas, porcentaje que se reduce al 33% si se pregunta por la situación de este elemento en autovías y autopistas. En este caso, cuatro de cada diez encuestados opina que el estado de las marcas viales es adecuado.
Para este elemento, el último Informe de la AEC sobre Necesidades de Inversión en Conservación arrojaba resultados favorables: las marcas viales partían de un aprobado holgado obtenido en el estudio precedente y conseguían revalidar sus calificaciones con un 5,9 de nota media en el informe del año 2018.
En cuanto a la señalización vertical y el balizamiento, el 57% de los usuarios consideran que se encuentran en mal estado (un 17% en un estado pésimo) si hablamos de carreteras convencionales. Pero solo el 28% sitúa a estos elementos en ese mismo nivel en el caso de las autovías y autopistas; en efecto, el estado de las señales de código y el balizamiento en la red de alta capacidad es percibido por los usuarios como adecuado.
Según la Asociación Española de la Carretera, actualmente es necesario renovar 100.000 señales de código en la Red del Estado, una malla en la que alrededor de 70.000 señales superan la edad de siete años (período de garantía otorgado por los fabricantes para las láminas retrorreflectantes), lo que se traduce en que, si bien durante el día la señal se muestra en un estado de conservación adecuado, por la noche su visibilidad no está garantizada, al haber caducado el material retrorreflectante.
Preguntados también los participantes en el estudio de opinión AEC/Fundación CEA por las barreras de seguridad, las valoraciones difieren, de igual forma, dependiendo de si se trata de carreteras convencionales o de la red de autovías y autopistas. En el primer caso, casi la mitad de los usuarios percibe que las barreras tienen un estado de conservación adecuado o bueno, porcentaje que se eleva al 72% para las barreras de las autovías y autopistas.
Para cerrar el capítulo de equipamiento, los encuestados ofrecieron su opinión sobre la iluminación viaria: siete de cada diez señala que la iluminación en las carreteras españolas es insuficiente, un dato que se suma al que arroja la investigación de la AEC en su análisis del estado de este tipo de equipamiento, imprescindible para la seguridad vial durante la circulación nocturna.
Según este estudio, el 90% de las luminarias en uso registran rangos inadecuados de iluminancia, el 18% por exceso (afectando a la eficiencia energética) y el 72% por defecto (repercutiendo en la seguridad del tráfico).
Conclusiones
En términos generales, los resultados del “Estudio de Percepción del Estado de Conservación de las Carreteras Españolas”, desarrollado por la Asociación Española de la Carretera y la Fundación CEA, vienen a confirmar que los usuarios y conductores particulares de nuestro país son conscientes de la falta de inversión que, en materia de mantenimiento viario, se viene registrado en la última década.
Una línea en la que ya se manifestaron los usuarios profesionales en un sondeo similar entre conductores de camiones y autobuses realizado por la Asociación Española de la Carretera en 2013. El 65% de este colectivo afirmaba haber tenido alguna vez un problema de seguridad vial provocado por el mal estado de la carretera. Además, el 88% sostenía que una vía deteriorada influye significativamente en la aparición de fatiga.
Los participantes en aquel estudio de opinión calificaron como las peores carreteras de España la N-340, la más larga de las carreteras nacionales, que une Cádiz con Barcelona atravesando la costa del Mediterráneo, con una longitud de 1.248 kilómetros, y la autovía A3 o Autovía del Este, una de las seis autovías radiales, unión natural de Madrid con Valencia.
En el polo opuesto, la AP7 (Autopista del Mediterráneo) y la A6 (Autovía del Noroeste) fueron los dos corredores españoles mejor valorados, tanto desde la perspectiva de su estado de conservación, como desde la óptica de sus niveles de seguridad.
Volviendo al “Informe sobre Necesidades de Inversión” de la AEC, la investigación apunta que el déficit inversor en el mantenimiento de infraestructuras de carreteras en España se ha incrementado un 7% entre 2016 y 2018. En la actualidad, son necesarios algo más de 7.000 millones de euros para poner a punto las redes viarias de nuestro país.
Las cantidades se reparten según la tabla siguiente:
La reducción de este déficit pasa por incrementar en 300 millones de euros durante un período de ocho años las partidas destinadas a conservación y refuerzo de firmes en los Presupuestos Generales del Estado. Esto es, hay que pasar de los 900 millones de euros que se invierten actualmente, a 1.200 millones.
Respecto a las carreteras dependientes de las Comunidades Autónomas y Diputaciones Forales, se requiere destinar 600 millones de euros más al año –durante los próximos ocho ejercicios- a su mantenimiento (para el conjunto de las autonomías).
Ficha técnica
- Encuesta online, realizada entre los meses de octubre de 2018 y abril de 2019
- 1.105 respuestas válidas
- 33% de los encuestados tiene entre 45 y 54 años
- 89% de los encuestados son conductores particulares
- 92,2% de los encuestados son usuarios habituales de vehículos turismo
- 70% de los encuestados no realizan más de 20.000 kilómetros al año
- 52% de los encuestados residen en Madrid